Marketing
Las palabras
de Philip Kotler, mundialmente conocido como "padre del marketing
moderno", son auténticas perlas de sabiduría, que conviene analizar,
con el fin de extraer todo el jugo de sus valiosos consejos.
De acuerdo
Puro Marketing, aquí hay una muestra de sus frases más representativas,
aplicadas al marketing social:
"El
futuro no está por venir. Ya llegó".
Ciertamente,
la revolución ya ha comenzado, todo el planteamiento de marketing tradicional
ha quedado obsoleto. Se produjo un importante traslado de poder, de la empresa
al cliente. Ahora es éste quien pone las reglas, y la empresa debe someterse a
sus mandatorios.
"El
vendedor de éxito se preocupa primero por el cliente, y luego por los
productos".
La principal
preocupación de las marcas debe ser el usuario; es el auténtico protagonista de
toda estrategia comercial. Si no se tienen en cuenta sus exigencias, no
conseguirá que éste elija su producto.
"¿Quién
debe diseñar en última instancia el producto? El cliente, por supuesto".
Él es quien
tiene la última palabra, quien va a decidir si cumple sus expectativas, si
tiene el precio adecuado o si desempeña correctamente las funciones para las
que fue concebido. Si no se ajusta a los requisitos que el cliente considera,
será rechazado. De hecho, "los clientes compran a la empresa que, desde su
punto de vista, ofrece el valor más alto entregado al cliente".
El
pensamiento de marketing está sufriendo un cambio: de maximizar la utilidad que
la empresa obtiene de cada transacción a maximizar la utilidad mutua que se
obtiene de cada relación.
La
transacción comercial, la venta pura y dura, dio paso a una relación entre la
marca y el cliente. Hubo un acercamiento, ahora la marca se presta a hablar con
el consumidor, es más, ha dispuesto a tal fin nuevos canales, como son las
redes sociales, o el CRM social. El fin último de la empresa no es que el
cliente compre el producto, sino hacer que la experiencia con la marca sea
altamente positiva, para así conseguir fidelizarlo, que se mantenga a su lado.
"Ya no
basta con satisfacer a los clientes; ahora hay que dejarlos encantados".
La empresa
debe empeñarse a fondo por conocer al cliente, saber qué le gusta, qué espera
de la empresa. Únicamente de este modo podrá ofrecerle un servicio impecable,
pensado exclusivamente para él, consiguiendo que éste se sienta atendido como
se merece.
"La
mejor manera de retener a los clientes es pensar todo el tiempo en cómo darles
más por menos".
Trabajar
constantemente por conseguir su fidelización, por anticiparse a sus
pensamientos, desvivirse por aportarle contenido relevante, hacer crecer en
ellos el deseo de querer más; en definitiva, vivir por y para el cliente.
La clave
para retener a clientes es buscar su satisfacción.
Un cliente
muy satisfecho se mantiene leal más tiempo, compra más, habla favorablemente
acerca de la empresa y sus productos, presta menos atención a la competencia y
es menos sensible al precio, informó Puro Marketing.
Para ello
resulta imprescindible escucharle atentamente, prestar atención a todos sus
gestos, seguir todos sus pasos; cualquier detalle puede dar datos relevantes
que le ayuden a conocerlo, con el fin de mejorar su grado de satisfacción.
El marketing
actual gira en torno al cliente, quien ya no es considerado como un ser al que
convencer para que compre nuestro producto, sino que ahora es él quien
transmite sus necesidades y la empresa debe volcarse por satisfacerlas,
esforzándose día a día por mantener el interés del cliente.
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